CRÓNICA DEL CABALLO 20-06-2020
El sábado 20 de junio de 2020 el Club Mulhacén “ se sacudió” El Confinamiento, ascendiendo al Cerro del Caballo(3000 mt). Antonio Morell y El Pollúo, Jesús García lideraron la iniciativa “post- Covid 19”, a la que asistimos 13 mulhaceneros de Pro.Sobre las 8'00, Antonio “pasa revista” en la gasolinera del Padul y, distribuidos en tres vehículos, ponemos rumbo a Nigüelas. En breve, el 4 x 4 de Antonio, que aloja a Mari Ángeles, Emi y Paco Bédmar, atraviesa el poblado. Lo seguimos; el vehículo “pilotado” por Kika, que transporta a Jesús García, Mara, Carmen Car y el cronista; y el de Mari Ángeles Peñalver, que acomoda a Pepe Expósito y a sus amigas Angelines y Carmen. Guiados por Antonio, vamos remontando el Valle, por el conocido Carril de la Umbría, ¡En perfectísimo estado! Pero que exige a Kika “mucho temple”, ayudada, además, por su copiloto- lazarillo, ¡ gracias Presi!. Finalmente, por encima de la cota 2000, tras cruzar el río Torrente, en el paraje de Prado Largo, el convoy se detiene en el Mirador de la Rinconada. A las 9'30, junto al panel del sendero Sulayr (GR-240), que informa que hoyamos el tramo nº3, empezamos a andar, tomando la senda, que tapizada de piornos (morisco, azul, de crucecitas) sabinas y enebros rastreros, nos alza a la Loma de los Tres Mojones. El ritmo “post covid” propicia la “charleta”, que versa, inevitablemente sobre el teletrabajo sobrevenido, la obligada separación de los seres queridos o del esperado y reciente reencuentro. Sobre las 10'10, enfilada la plateada Loma mineral, Antonio detiene la marcha, para propiciar el reagrupamiento. Proseguimos, poco después, manteniendo “la formación” hasta el pétreo templete que asalta la vereda; el reportaje fotográfico da testimonio. Desde este punto, se forman distintos “grupetos”, para abordar la última hora del ascenso por esta “mística” loma desnuda. El cronista, que sube solo, para “medir” y afinar su condición física, alcanza el vértice a las 11'55. En apenas 1minuto, aparece Pepe Expósito y Kika y Mara, dando tiempo al resto, 6 y 10 minutos después. Esta cima goza de una vista panorámica excepcional a los 4 puntos cardinales, pero destaca el curso alto del río Lanjarón, con el horizonte perfilado por el Veleta, Alcazaba y Mulhacén, componiendo un “adicctivo” cuadro de inolvidable belleza. Comemos plácidamente, a continuación, celebrando la reanudación del “curso montañero”, cuyo colofón será la “Cumbre Salvaje” que realizaremos la semana que viene.  A los postres, se dirimen las alternativas para el regreso. Se descarta bordear los Tajos Altos y acompañar la Acequia de los Hechos, que es la opción deseada, por lo que Antonio, tras las fotos grupales en la cumbre, ejecuta su plán B; 100% mulhacenero. Consiste ¡básicamente! en, trazando una diagonal, descender, campo a través, la Loma del Caballo, hasta alcanzar el carril donde se encuentra el Mirador de la Rinconada. ¡No hay protestas! Partimos a las 13'00. Durante la primera hora, atravesar el lajal infinito que reviste la Loma resulta ¡un paseo! casi agradable; basta con imaginar que te deslizas con tus esquís. Además, los Machos Cabríos; apostados en los barrancos, o las manadas de Caballos; junto a las someras charcas, vitalizan el “duro” entorno. Sin embargo, conforme nos acercamos a los”hondos” barranquillos que forman los distintos “brazos” del río Torrente, cubierto del intrincado piornal, la dificultad aumenta, aunque los salvamos sin mayor problema. Por último, ya cerca del carril, atravesamos numerosos cortijos en ruinas, donde, sin embargo, sus paratas invadidas, asentadas sobre firmes balates, resisten incólumes, como testimonio de la extinta agricultura de montaña nevadense. Cumpliéndose las dos horas, prácticamente, alcanzamos la pista, junto al Barranco de Prado Largo; circunstancia que alguna aprovechó para ¡hacer yoga! aunque la mayoría prefirieron remojar los pies, mientras esperábamos al resto de la tropa. Como el “temible” tramo de pista queda reducido a 1'5 km llegamos ¡casi descansados! al Mirador de la Rinconada a las 15'33.Con objeto de no resultar monótonos, y para que Kika siga “probándose” en los carriles nevadenses, “decidimos” completar el círculo iniciado por la mañana, bajando a Nigüelas por la pista de la Solana. Al principio, transitando entre el Cortijo Echevarría y los pinares de la Loma del Perro, sorprende el “buen” estado del firme y, además, para completar el “idilio”,hasta Jesús”se permite” capturar una ¡curiosa! familia de Quebrantahuesos. Pero es un breve espejismo ¡claro!, porque entre los Tajos de Bernal y el “Pingurucho” la pista salva el tremendo desnivel caracoleando, como de si de un eslálom gigante se tratase. ¡Respiramos, más tranquilos! en el Molino de Nigüelas. Celebramos el “tercer tiempo”, como merece, brindando con cerveza, en la terraza de un bar de la antigua carretera de la Costa, entre Marchena y el Padul.

  

VER REPORTAJE FOTOGRÁFICO COMPLETO.- AUTOR: Pablo Cano