Crónica
de un “éxito anunciado”.
La
acampada Infantil juvenil 2004, también acta para mayores, que
realiza el club de Montaña Mulhacén en su quinta edición,
estaba declarada desde sus comienzos un triunfo total ya que, pese a
los pronósticos de mal tiempo, cuando las actividades se planifican,
se preparan con esmero y sobretodo, se hacen con mucha ilusión,
suelen ser un éxito en todos los sentidos.
En esta edición se escogió la zona de la antigua estación
de Espiel de Iternatura en la Sierra Morena Cordobesa, estupendamente
gestionada por Manolo y Miguel, para tener asegurado también
el éxito por la ubicación.
Las
actividades realizadas:
El
sábado 22.-
Lo primero de todo, mientras llegaban los rezagados,
fue el montaje de tiendas en la zona de acampada. Después la
aproximación a la zona de la actividad de escalada donde grandes
y pequeños realizaron sus pinitos sobre unas vías que
para más de uno se aproximaban al octavo grado de dificultad
y para los más pequeños, era un simple quinto grado. Como
fueron muchos los asistentes a esta convocatoria, mientras una mitad
hacían de “Spiderman” por las paredes, ahora para
arriba después para abajo, todo ello bien asesorados y asegurados
por Mª Ángeles y otros “trepas”, la otra mitad
del grupo recorrió un sendero por los alrededores de la sierra
del Castillo.
Si de fútbol estuviéramos hablando, algunos “peques”,
por sus habilidades manifiestas de subidas y bajadas, estarían
fichados con contratos millonarios por los grandes clubes, pero no deben
preocuparse, están en el Mulhacen, uno de los grandes aunque
sea sin contrato millonario.
Una vez concluida la escalada mientras los menores seguían con
sus juegos agotadores, algunos de “los grandes en cuerpo”
aprovecharon para darse una escapada con las piraguas y disfrutar de
una tarde maravillosa en temperatura y en paisaje, con baño refrescante
incluido.
Ya con la oscuridad de la noche siguieron las actividades, esta vez
más inquietantes, con “la búsqueda del tesoro”
ideada por el gran maestro en estas líderes Eduardo Galdo, que
con ingenioso guión, tuvo a los menores discurriendo para solventar
el gran enigma de ¿Quién mató al vigilante? Hubo
bastantes pistas por descubrir y algún que otro actor para dar
más realismo a la trama hasta que después, entre todos,
pudieron averiguar quién fue el asesino ¿……?
y donde escondió el dichoso tesoro. Una vez resuelto el enigma
se desplazaron rápidos y veloces al lugar y fue Jorge “pies
rápidos” quien encontró tan inmenso tesoro ¡una
gran bolsa de chuches! que fue hábilmente repartida entre todos
los peques.
El
domingo 23.-
Este
segundo día comenzó con la foto de todo el grupo de participantes
ataviados con la camiseta oficial de la acampada, diseño exclusivo
de la joven artista Paula Linares, que hizo las delicias de grandes
y pequeños. Comenzaba así el día de las actividades
en grupo. Cada grupo familiar compuesto de dos, tres y hasta cuatro
integrantes debía realizar una serie de pruebas hábilmente
diseñadas por la empresa Iternatura y que consistían en
un recorrido “multiactividad” con balizas de orientación
marcadas en un mapa de la zona y donde hubo que esmerarse para conseguir
el máximo de puntos. Entre las actividades había para
todos los gustos, rapel vertical desde un puente, piragüismo para
picar una baliza en mitad del pantano, tiro con arco y por supuesto
orientación para encontrar los puntos donde estaban ubicadas
las balizas. Hubo sus piques por todo el recorrido pero “el juego”
fue limpio en todo momento. Más de tres no pudieran encontrar
el punto 5, al parecer algo desplazado del lugar, y ningún equipo
pudo completar todos los puntos del recorrido. Aunque no tenemos clasificación
oficial, casi os puedo aventurar que un posible ganador fue el equipo
“plastes” que se quedaron hasta bien entrada la tarde para
“sobornar” al evaluador de la empresa y así asegurarse
un buen puesto en el ranking, además de lograr un 10 en el tiro
con arco y una dura pugna en la canoa con los integrantes del “Zambrano
groups”.
La
otra parte de la acampada
Pero
no sólo de escaladas viven los montañeros, además
de todo lo anterior, en esta concentración había un gran
reto que se solvento
ya entrada la noche con “un suculento concurso gastronómico”
incluyendo todas las aportaciones “delicatesen” que llevaron
los concursantes, eso sí sin que nadie, excepto “Concha
la organizadora”, supieran la composición del jurado al
que se apuntaban de “motu propio” cualquiera de los asistentes
que quisiera ser subyugado con los exquisitos manjares. Al final fue
el “salmorejo Blanca” el que se llevo los máximos
honores en dura pugna con el suave “mus Lourdes” y el jugoso
“pan Carmela”. Tampoco tuvieron nada que desmerecer la “el
cous-cous Concha”, la “empanada Ortega”, los “pimientos
Galdo” y otras muchas especialidades que mi principio de Alzheimer
no me dejan recordar. Fue esta parte de la acampada de bastante agrado
para todos los asistentes prolongándose hasta altas horas con
algún que otro “pase de modelos” de un tema de mucha
actualidad entre las revistas del corazón de los que sólo
los presentes pudimos ser deleitados.
Dentro
de este apartado, habrá que destacar también la gran “chocolatada
hermanos Ortega” acompañada de unos exquisitos churros
del lugar que hicieron de barritas energéticas para poder aguantar
las actividades domingueras.
Este
apartado concluyó con la gran chuletada de cordero, bien aderezada
por el “chef Emilio” y regada con algunos deliciosos caldos
llevados desde diferentes lugares para acompañar tan delicado
manjar.
Al
final todas las actividades terminaron con la entrega de Diplomas a
los más activos, o sea, los peques, así como algunas menciones
especiales a destacados mayores.
Para
próximas ediciones esperamos, al menos, igual organización
y que las caras de “los curritos” vayan cambiado, así
todos contribuiremos a tan digna actividad de nuestro club y por extensión
de nuestra federación.
Firmado:
El maquinista del tren (actor principal de la búsqueda del tesoro
2004)