26 y 27 de Junio de 2004

Un año más el Club de Montaña Mulhacén, con la colaboración de la FAM ha organizado la subida al Pico Mulhacén, y con esta ya van 6 subidas ininterrumpidas desde que comenzamos a celebrarlo allá por los finales del siglo pasado.
El motivo de esta marcha como ya casi todos sabéis, es conmemorar la “victoria” que el montañismo andaluz consiguió sobre los diferentes estamentos empeñados en mancillarnos las cumbres de las montañas. Conseguimos paralizar la macro obra que pensaban construir en la cumbre del pico más alto de la península y que no es otro que la cumbre de nuestro querido Mulhacén.
Pero ojo, no podemos bajar la guardia ¡que el enemigo acecha!.
Así, que cada año, el último fin de semana del mes de Junio y para celebrarlo seguiremos subiendo al Mulhacén.
Esta VI edición de la Marcha Mulhacén Cumbre Salvaje se ha caracterizado sobre todo por la baja participación de montañeros. Solamente 37 se atrevieron este año con la subida, mientras que en años anteriores la cifra rondaba casi siempre el medio centenar. Lo cierto, es que este año, el hecho de haber demasiada nieve por las cumbres ha restringido el paso a todos aquellos no diestros en el uso adecuado del material de montaña.
La gran mayoría de los participantes eran andaluces, aunque también hemos tenido compañía de otras comunidades caso de Javier Guridi (aprovecho para mandarle un abrazo) que se desplazó desde Donostia para acompañarnos en la subida, que aunque un poco agobiado por la falta de árboles, consiguió llegar a la Cumbre, donde se mostró todo eufórico de la gesta realizada.
La salida como todos los años partio desde la rotonda de Cervantes a las 5h 30 min. aproximadamente, desde donde medio amodorrados todavía, nos trasladamos hasta el serrano pueblo de Güejar.
Desde aquí y sobre las seis y media de la mañana comenzamos la marcha, bajando hasta la antigua estación de tranvía de Maitena, para siguiendo la carretera llegar hasta un poco antes del Bco. del S. Juan, donde tomamos el antiguo camino que el Parque Nacional acaba de restaurar y al que felicitamos desde estas líneas y animamos al cuidado y mimo de este paisaje.
En el Bco de S. Juan se nos unieron otros montañeros que no gustandoles madrugar, habían vivaqueado por la zona, o que se habían desplazado directamente en coche particular desde Granada.
Sobre las 9 de la mañana estamos en el cruce/desvío del Vadillo y cuarenta y cinco minutos más tarde cruzamos sobre el novísimo puente sobre el río Guarnón, que tambien acaba de ser restaurado por el Parque Nacional de Sierra Nevada.
A las 11 de la mañana y tras cruzar el Valdeinfiernos con el agua hasta las ingles y con una temperatura de entre 8,3º C. (el doctor O´Dogherty aprovecho la excursión para tomar muestras y realizar mediciones del agua de S. Nevada para un estudio del Inst.del Agua), comenzamos lo más la verdadera subida.
Tras media hora coronamos por encima de la Majada del Palo y entramos en el valle del río Valdecasillas. Por la senda llegamos hasta el prado de las Víboras y desde aquí y siguiendo la margen izquierda del río entre cascadas de agua llegamos a situarnos en los vasares de la Mosca donde cruzamos un primer nevero.
La subida, con alguna trepadilla divertida para algunos y menos divertida para otros, se fue haciendo dura y los pasos se iban acortando mientras la respiración se aceleraba.
Poco a poco fuimos superando el desnivel que nos separaba de la Laguna de la Mosca, para deleitarnos con la visión de la cara norte del Mulhacén una vez llegados al vasar donde se sitúa la Laguna que este año aún tenia gran cantidad de nieve flotando cual iceberg.
Aquí tomamos un merecido descanso y repusimos fuerzas, para a las 3 de la tarde tomar de nuevo la mochila y seguir nuestro camino hasta llegar a conseguir nuestro objetivo final, que no es otro que el de llegar por nuestros medios y con nuestras fuerzas hasta la Cumbre Salvaje del Mulhacén.
A las cinco de la tarde (minuto arriba o abajo) llegamos los últimos componentes de la VI Marcha hasta la cumbre donde los más fuerte ya habían llegado hacia un buen rato. En el momento de la llegada nos brindaron un aplauso cariñoso que “remataba nuestra faena”. También desde estas líneas nuestro aplauso por su paciencia para esperarnos a los más débiles.
Bien, después de los abrazos, besos y demás gestos de cariño, sobre todo -de y hacia- los “primerizos”, las fotos de rigor, y como no, la llamada desde la cumbre de la península a las “medias naranjas” que se habían quedado en el llano, pues comenzamos la bajada hacia el Refugio del Poqueira donde llegamos alrededor de las 7 de la tarde, después de disfrutar de los borreguiles, neveros, túneles y puentes sobre el río Mulhacén.
El refugio, masificado en exceso (esto habría que regularlo de alguna forma), nos dio cobijo, comida y un merecido descanso entre “sonatas nocturnas”.
A la mañana siguiente y aunque no teníamos prisa, los desaprensivos madrugadores nos echaron de la cama, (el alboroto era tremendo).
Habría que enseñar a la gente a respetar las normas, bien con carteles recordándoles sus obligaciones o bien via guarda del refugio amonestando convenientemente cuando hubiera lugar.
Alrededor del medio día y con un calor insoportable llegamos hasta el pueblo de Trevelez.
Baño en los lavaderos públicos del pueblo (cuanto tiempo disfrutaremos de ellos?) y cervezas en las tabernas para refrescar las resecas gargantas.
A las cinco de la tarde nos subimos en el autocar y después de entregar el trofeo, que este año ha recaído sobre nuestro Presidente Gerardo Benavides López y proceder al sorteo de diversos regalos, nos acomodamos como mejor pudimos y nos fuimos quedando “sopas” hasta llegar a Granada.
Hasta el año que viene que esperemos poder celebrar nuestra 7ª edición.

Pacoluis Espigares

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