Con el cielo encapotado y previsiones de lluvia esta mañana de sábado nos juntamos trece valientes en el sitio de costumbre.
Dejamos los coches al final de la Colada de Blas de Haro, al pie de las lomas de Marchena, comienzo del carril de Ermita Vieja.
Comenzamos a caminar entre almendros, perdiendo 50m. de desnivel, bajo el camino citado, para buscar la vereda que viene del Aguadero
y sube el Barranco de Peña Ventana, vereda poco conocida y de excelente trazado cuando reforestaron estas lomas a finales de la década de los 50. Sube, cruzando el camino a la mitad de la ascensión, y conecta con la Vereda de los Gudaris en la divisoria de aguas Padul – Dílar que es parte del camino de la Silleta a Ermita Vieja.
Cresteamos la Silleta de este a oeste y tomamos unos vinillos y viandas varias en el hito geográfico silletil.
Observamos que por Loja viene el frente con su cortina de agua amenazante y, aunque estamos bien pertrechados de plásticos y paraguas, al llegar al Puerto de Mala Mujer decidimos (pies para que os quiero) bajar a toda pastilla buscando los coches por la Vereda del Barranco de las Vacas y pensando en la chimenea, cervezas, alcachofas a la miel, croquetas caseras y parillada de carne suculenta del Restaurante El Zahor.
Así que la excursión fue un paseo de cuatro horas larguillas, con algo menos de 700m. de desnivel acumulado y con el premio de no mojarnos nada... la lluvia tardó dos horas más en llegar al río Dúrcal.
Otra vez serán más horas y más desnivel.....
Isa y Miguel