INTRODUCCIÓN
Al preludio de la Alta Ruta nos atrevimos 12 personajes: Mara y sus tortas de ... algo que estaban buenísimas, Jesús, Felipe, Mº Angeles Peñalver, Antonia, Carlos, Patricia, Modesto, Javi (amigo de ambos), Ana la Volaora, mi hermano Justo y yo (Kika)
. El ingenuo de mi hermano ha sido engañado, fue invitado, aunque el crea otra cosa, solo para que hiciera la crónica, que ya a estas alturas de temporada se nos ha acabado el rollo literario a los mulhaceneros......
CRÓNICA PICÓN DE JÉREZ: 21-6-14 por Justo Ortega, mi hermanísimo
Todo comenzó un viernes por la mañana. Llamo a "la Kli" (mi hermana) y me dice: "vente a la excursión del sábado. Vamos a subir al Picón de Jeres o de Jerez por el río Alhorí". Mi respuesta inmediata (raro en mí) fue sí. En ese momento no supe en qué me metía.
Comenzamos la ascensión a las 9 h. 24' (los segundos no me acuerdo bien, será la edad), como veis puntualidad suiza. Éramos doce valientes, entre los que me incluyo, los que comenzamos la excursión con un desnivel de unos 1350 metros. Desde el inicio y hasta el final, pude disfrutar de la excursión porque noté que los acompañantes son verdaderos montañeros (no como yo). En las primeras rampas, nos topamos con un espectáculo que marcaría muchos de los comentarios del tercer tiempo. Dejamos la ilustración porque sobran las palabras.
La Apolo de Sierra Nevada o Parnassius apollo nevadensis nos hizo un guiño en las últimas horas de la primavera (estarán sudando la gota gorda, pensé). Rápidamente cogimos el Barranco del río Alhorí. Fuimos ascendiendo disfrutando del ruido del agua al descender por la pendiente. Tuve ocasión, interaccionando con compañeros de ruta y tras la primera parada de avituallamiento, de recordar mis años de adolescente en el instituto de Granada en el que estudié y de acordarme mis profesores (que pena, ya todos se han jubilado. Pero yo sigo siendo muy joven aunque algo hipocondriaco).
Poco a poco, y con un paso pausado pero sin descanso, nos acercamos a la cima. La última parte fue la más dura porque encontramos piedras sueltas y la pendiente era algo más fuerte. Tras tres horas y media, hollamos el Picón de Jerez (3090 m. ó 3001 ó 3011 es lo que tienen los móviles a esas alturas). Disfrutamos un buen rato de unas vistas estupendas y de un frío que en estas fechas y viniendo de donde vengo, se agradece.
Ya de vuelta, descendiendo, pasamos por el paraje conocido por la Piedra de los Ladrones, en el que nos encontramos con un cabrón (con esos cuernos no se puede llamar de otra manera) que nos esperaba en lo alto de una roca. El descenso se hizo algo largo, sobre todo para las rodillas de algunos, pero pude disfrutar de las vistas y de contemplar la ruta que habíamos seguido.
Fueron seis horas y media de ruta, que sirvieron para quitarme el mono de montaña y conocer gente nueva. La ruta me encantó.
Pero lo mejor estaba por llegar (al menos lo más gracioso). Tras la cervecita de rigor en el refugio del Postero Alto, con una tapa que supo a gloria; nos dispusimos a montarnos en el coche tras los estiramientos (que son muy importantes). En el trayecto hacia Jerez, conocí a gente que sabe un montón de motos, de carreras de alta montaña, de meteorología, de lesiones deportivas pero sobre todo de intentos de violación bajo la sombra de un castaño.
Bueno, ya en serio. Me ha encantado participar en esta excursión. Todos los comentarios que he realizado son en tono inofensivo por mi parte y si me dejáis seguro que repetiré otra vez. Gracias a todos y un abrazo. Ahhh Nota: El ágape en Purullena de diez.
Justo Ortega
