El sábado 24 de febrero, Kika, Mara, Ana Quintana y el cronista teníamos ganas de disfrutar de una buena excursión, por lo que no nos importó trocar el Sta. Bárbara, bastetano, por el Huenes nevadense.
Partimos del Serrallo a las 8’30 rumbo al Mirador del Canal de La Espartera/ Collado Sevilla, en una mañana “fresca” y brumosa y, sobre las 9’15, ya estamos transitando por la pista de La Cortijuela. Obviamos, en el primer cruce, a la izquierda, la primera entrada al sendero PR-A.20, balizado y circular,que conduce al Cerro de Huenes (1802 mts), atravesando antes conocidos hitos como el Tajo Colorado o la Cuesta de Quebratajarres, Refugio de Huenes, abandonado, y Fuente Fría. Nosotros continuamos hasta el Puente de Los Siete Ojos, cuya estampa glacial exige alguna precaución para cruzarlo. En este punto, sobre las 9’35, abandonamos la pista, para tomar, por la izquierda, el PR-A.20, sendero circular que comienza faldeando el Cerro del Sol (1730 mts) donde se ubica el Pico de La Carne (1809 mts). Tras 20 minutos en fuerte zig- zag, sobrepasada la senda de acceso al Pico de la Carne, éste prosigue remontando el Barranco de las Majadillas y Llanada del Chopo hacia el Huenes.
Pero nosotros, ¡generosos hoy!, hemos girado, a la derecha, y enfilado la fuerte pendiente por un piso “dificutoso- dolomítico”, pero con vistas que cautivan, conforme tomamos altura. El Trevenque (2079 mts) y su “cuerda”, Los Alayos de Dílar, Silleta del Padul o Boca de la Pesca iluminan, sin duda, el “eterno soñar” como señala una cruz en un escarpe saliente.
Sobre las 10’30, rodeando la base del Pico de la Carne, por la izquierda, y subiendo por su “espalda”, nos encaramamos ¡muy ufanos! a la primera cima matutina. Sin embargo, como el día “ anda envuelto” en brumas desapacibles, aceleramos habituallamiento y sesión fotográfica, ( incluida la que nos hace una visitante fugaz) y marchamos al vecino Cerro Gordo (1891 mts). En esta excepcional atalaya vigía, muy deslustrada hoy, tambien limitamos lo fotografico al “postureo testimonial”, por lo que, con tiempo aun, elegimos el Tamboril (1773 mts) como siguiente altura. Hacia ese ese escarpe rocoso, sobre las 11’30, nos ponemos en marcha, bajando, frente al Cerro de las Minas (1851 mts), a una ramblilla nevada, con restos de tendido eléctrico, que desemboca en una llanada amesetada. Allí localizamos, primero el PR-A.20, nuestro sendero de regreso, y, a continuación, tras caminar 12 minutos en perpendicular, ya estamos trepando al Tamboril. Balcón privilegiado sobre el Collado Sevilla, Boca de la Pesca y Fuente del Hervidero, - ¡que casi alcanzamos!-, vale como modesto mirador sobre los pueblos de la falda de la sierra y vega granadina. Retrepamos el cerro, para dejar espacio libre a una joven escuadra scout, que, abanderado incluido, toman el Tamboril, diligentes. Dispuestos a comer protegidos, nos acomodamos junto al abrigo rocoso, compartiendo nuestras viandas, mientras que “acariciados” por el sol, disfrutamos del giro “amable” de la jornada. “¡Tras los postres!,pero sin el chocolate “lucido”, reanudamos el paseo, bajando a una ¡ aparente!, cañada, muy pisoteada por las vacas, en lugar de regresar al sendero balizado PR-A.20 rumbo a Huenes y Fuente Fría. ¡Craso error!, porque, a los 20 minutos, ¡explorado! el fondo del Barranco del Lobo, y ,¡consumida nuestra paciencia!, regresamos al Tamboril. Nos “mira” con burla, mientras nos ofrece ¡ bellísima!, la estampa de Sierra Nevada. Ya son las 2’30, y la grata sorpresa nos anima a cruzar raudos la breve planicie. Interceptamos el sendero marcado y tomamos, a la derecha, dirección del Puente de los Siete Ojos. Atravesando, primero, el Barranco de las Majadillas, y ,a continuación, el Cerro del Sol. Solo dos breves paradas, para reagruparnos,nos permiten acceder prestos al Collado Sevilla, por la pista de la Cortijuela, sobre las 4 de la tarde. Desde allí, cumplido el tiempo, regresamos directamente a Granada.
