CRÓNICA DE LA EXCURSIÓN AL CERRO DE LOS POYOS. 24-02-2019.
El domingo 24-2-2019, Jesús García organizó y guio la ¡inédita e inaudita! Excursión al Cerro de los Poyos (1824 mts) de Monachil, rememorando otra anterior, ¡protohistórica! y ¡mítica! dirigida por el Tito Salva en el 2007.
De la foto que muestra Jesús, repiten, solo, Él y Ana, “presi”; lo completan, en esta nueva jornada: Pilar, Ramón, Cristina, Kika, Carmen, Enrique y el cronista. Sobre las 8’30, ya avanzamos, ¡en solitario! por el paseo abierto en la ribera derecha del río Monachil, que saliendo desde el pueblo continua hasta Los Cahorros Bajos. Pasamos por delante de dos Centrales Eléctricas, la de La Trola (ruinas) y la de Tranvías, automatizada, que antaño, suministrara la energía a los tranvías de TEGSA entre 1904-1973; FEVE: 1971-74. Tras un giro a la izquierda, cruzamos el río por el primer puente colgante, entrando en la penumbra de un paraje cercado de altos muros, donde moran los gruesos almeces entre grandes peñascos. Conserva su valor y atractivo, sin duda, pero el río “llora escondido” su condena como ruidoso jardín “urbano”. Remontamos, primero, hasta la acequia, para terminar confluyendo, junto al gran puente, con la senda “clásica” que procede de la Era de Los Renegrales. Sobre las 9’10, ¡¡ sin esperar turno!! cruzamos el ¡genuino! puente colgante, ¡caminando, gateando, culeando!! … hasta el Túnel de las Palomas, por el estrecho pasillo, que forman las altísimas paredes del Cahorro principal. Además, prosiguen, tras éste, hasta que, en Las Azuelas, la ribera se ensancha, ¡derramándose!, en amenas praderillas sombreadas, donde es ¡obligado! hacer un alto. ¡Reponemos fuerzas! Junto a la galería/fuente, frente al puente por donde se vuelve a Monachil, por la senda bajo la Acequia de los Habices. Pero, como “El Pollúo” ¡toca a rebato! retomamos la senda que traíamos, que en minutos, nos conduce al cruce de caminos. Jesús, junto al poste de direcciones, nos ¡invita! a subir a Fuente Fría, salvando los terraplenes del Tajo del Contadero. Hacia el frente, la senda accede a la Central Eléctrica de la Vega, al pie del Cerrajón (1652 mts.). Y, hacia abajo, desciende a la Fuente de las Chorreras Negras, donde un puente permite enlazar con la Acequia de los Habices. Como aún son las 9’41”El Pollúo “gobierna” la tropa marcando un ritmo magnánimo, ¡que algunos noctámbulos agradecen!, ¡concediendo incluso! una “paradilla técnica” para mostrar “a las BTT”, cómo “repta” la Cuesta de las Siete Lamentaciones (argot) en el Cerrajón. Trepamos, primeramente, por una senda, que en cortos zig-zag va ganando altura, hasta que conecta, ya en las Umbrías del Cocom, con el carril, que viniendo de Fuente Fría, accede, por la izquierda, al Collado del Álamo y “falda” del Cerro del Cocom (1858 mts) . Sombrea el paraje, un pinar adulto, entreverado de jóvenes encinas autóctonas, que, sobre las 11’30, invita, sin duda, a oficiar un “brunch expres”. Proseguimos, avanzamos por el carril, que se desdibuja, sin embargo, cuando ya entrevemos al frente el Cerro de los Poyos. Pero el GPS del Pollúo ¿inteligente? se anticipa a nuestras cuitas, “ordenando”, ¡por sorpresa! un giro a la derecha, que campo a través, nos “saca” del pinar. Nos incorporamos al carril que procede de La Cortijuela, entre el Cerro del Cocom y el Collado del Álamo. Dando la espalda al Trevenque (2079 mts ), que se destaca entre el Pico del Tesoro (1999 mts) y los de Las Minas y Cerro Gordo (1891 mts), nos dirigimos al Cerro de los Poyos, cuyo acceso aparece a la izquierda. Hoyamos la atalaya, que incluye caseta de vigilancia, sobre las 12’30, cuando se cumplen 4 horas desde el inicio. Comemos tan plácidamente asomados al ¡espectacular! “Balcón nevadense”, que demoramos, casi una hora la partida. Finalmente, sobre las 1’30, iniciamos el regreso desandando, parcialmente, el camino hasta la falda del Cerro del Cocom, ¡hoy pradera vacuna!, donde, entrados en el pinar, tomamos la senda que nos conduce al Refugio de Fuente Fría (1500 mts). Optamos allí, por bajar ¡directamente!, a Monachil, por la senda que conecta con los cortijos de La Umbría, en el Barranco del Pollino. Desde allí, salimos al camino general, que nos lleva al pueblo. Hemos andado unas 5’37 horas; de un total de 7’44, superando un desnivel de 1200 mts, y completar unos 23 kms. Celebramos el “tercer tiempo” como merece, brindando además por Jesús, El Pollúo, que remozando el recuerdo, nos ha ofrecido esta ¡¡Increíble experiencia!!, 100% mulhacenera.