CRÓNICA DE LA MAROMA, SEXTO TECHO ANDALUZ: 05-05-2019.
Y en la cumbre, con su grandeza, están todos ya cantando.
Y es tu voz la que les expresa. Tu voz colectiva y alzada. Vicente Aleixandre.
El domingo 5 de mayo el Club Mulhacén y la Asociación Deporte y Vida frente al Cáncer A.D, gracias la solvencia organizativa de Carmen “protagonizaron” la travesía de Sierra Tejeda, que, partiendo, sobre las 10’00, de Canillas de Aceituno, “tocó” techo, ¡el sexto! en la Maroma (2067 mts), a las14’45. Finalizamos el itinerario, sobre las 18’15, en el Área Recreativa de El Robledal, de Alhama de Granada. Conchi contrató el microbús con “tartanero” primerizo, que partió del Serrallo a las ocho, rumbo a Vélez- Málaga. 19 fuimos los afortunados, incluyendo tres invitados: Marianne y Michel; suizos, por parte de Ana Volaora y Mª Ángeles Quesada; hermana de Pilar Qu. Completaron el grupo: Teresa y Miguel y la “tropa mulhacenera”: Ana Volaora, Carmen, Conchi, Pilar Quesada, Ramón, Ana Quintana, Kika, Mara, Ramón, Mariló, Enrique, Hita, Emilio, Esperanza Jiménez y el cronista.
Sobrepasado el pueblo de Vélez- Málaga, en la Axarquía malagueña, por su camino de ronda (A-356), enlazamos con la A- 7205, que sube hacia el Embalse de La Viñuela, pero, antes, en un giro al este, tomamos la A- 4106, iniciando la atractiva “Ruta Mudéjar” de los pueblos de la Axarquía Oriental ( Sedella, Salares, Sayalonga, Archez, Cómpeta, Frigiliana, Algarrobo…). Como muestra Canillas de Aceituno, donde comenzamos nuestra travesía, ¡sin demasiado calor!, sobre las 10’00. En la parte alta del pueblo, subimos, en primer lugar, unas escaleras, seguidamente, desembocamos, por una calle en rampa, en el Camino del Collado de la Rábita, que rodea el Peñón Grande por el oeste. Pero, nosotros, en sentido contrario, tomamos el sendero llamado Casa de la Nieve, o SL-A 142, de 9’3 kms, que discurre por un pinar de carrascos con “calvas” por el incendio de 2012. En una hora llegamos a la Fuente de la Rábita (1072 mts), donde paramos para refrescarnos y reagruparnos. Junto a ésta, existe una antigua mina romana, también conocida como Cueva de la Rábita, donde tres santones “andalusíes” del s.XVII, oficiaron ritos y prácticas sufíes. Retomamos el sendero sobre las 11’20, subiendo un espartal, romeral, aulagar hacia el Collado de la Gitana. Sorprende su traza, anchura, muretes de piedra y ¡cómodo empedrado!, descubriendo, que su antigua función como camino de neveros y sus mulas, ahora facilita el tránsito a unos inspirados Michel y Enrique ¡los de los pies ligeros! que se destacan del grupo.
Después de otra hora de ascenso tendido, cuando La Maroma, -sustentada por los “contrafuertes” de Los Chimeneones-, emerge completa, giramos en dirección noroeste por un ralo pinar de resineros (p.pinaster), subiendo unas rampas que dan vista al Barranco de los Tajos Lisos. Paramos unos metros más adelante en la Fuente de la Gitana, cuyos pinos, enebros y sabinas ofrecen una sombra apacible - ¡Fresca para algunos! pero muy justilla. Descansamos, un buen rato, pero, las vistas, en el fondo del barranco del Peñón Grande, nos animan a proseguir, ahora que hemos superado casi la mitad del desnivel de ascenso previsto. Resta, en teoría, el tramo más duro. En breve, sobre las 12’35, sobrepasamos el Collado de la Gitana (1421mts), y, poco después, en el paraje de Los Charcones, cruzamos las llamativas pozas del Barranco de Tajos Lisos. Aún marchamos agrupados, incluso con relevos en la cabeza; Kika, Teresa, Pilar, Ramón, cuando ¡encaramos! las Revueltas del Encadenado. Rápidamente, y ganando altura por el “murallón” de apariencia hostil, resulta ¡divertido! nuestro “hormigueo”, en zig- zag, por los jorfes del otrora Camino de la Nieve. Además, impacta y anima el deambular la imagen “alpina” de La Maroma, que se recorta, hacia el este, por encima de los Tajos de la Capellanía y los perfiles “almijarenses” del Lucero, Cisne y Cielo. El sendero culebrea entre los piornos “azules” y ”amarillos” hasta que, después de cruzar un lajar con encinas dispersas se encarama a la cresta de la Proa del Barco (1689 mts). Es un puerto donde el sendero gira al este y sube hacia La Maroma por la derecha del Barranco de la Cueva de Don Pedro. Pero, antes disfrutamos con las panorámicas del Embalse de la Viñuela o Vélez Málaga y Torre del Mar, entre brumas costeras, mientras nos reagrupamos. No demoramos la partida, porque, aunque el astro ha sido magnánimo, manteniéndose entre celajes, no nos “apetece” probar su rigor, ahora, que tan solo restan 400 mts de ascenso, por la desnuda paramera caliza.
Último asalto, pues. Mariló toma la cabeza y con su habitual ¡facilidad! “castiga” a los que la siguen: Ana Volaora y Enrique. Por detrás, el grupo más numeroso, que comandan Hita y Emilio, cuando sobrepasan los Tajos del Púlpito y los vestigios de La Casa de la Nieve, comienza a disgregarse en fracciones menores, que mimetiza el paisaje mineral, coloreado con algunos piornos y los ¡valientes! relojillos (erodium cheilanthifolium). Mariló, destacada, afronta la rampa postrera, vislumbrando la “torreta” geodésica, en la cima amesetada de La Maroma (2067 mts). En un segundo “grupeto”, ¡hacemos cumbre! Ana Volaora, Enrique y el cronista, sobre las 14’45. Visito, unos metros más abajo, la profunda sima donde antaño los neveros se descolgaban con una maroma o soga, para recoger la nieve, que ahora solo expele graznidos de las grajas. Mientras regreso al “monolito”, intento sacar algunas panorámicas, pero hoy apenas alcanzan al Embalse de la Viñuela, los pueblos costeros, difuminados por las brumas, y algunos del valle interior como Sedella, Salares o Sayalonga. Cuando llego, ya “se han sentado para almorzar” satisfechos por haber superado los1446 mts de ascenso desde Canillas de Aceituno por la una vía excepcional y repleta de historias que aún perviven. Sobre las 15’30 , y tras las fotos de grupo en el sexto techo, tomamos el SL-A.-124; el sendero de 3’9 kms que utilizaremos para descender al Área Recreativa del Robledal de Alhama de Granada.
La vuelta nos es tan ¡familiar! que el “grueso” del grupo, comandado por Teresa y Miguel, se apresta a “resolver el trámite” con la mayor celeridad. Cierran, sin embargo, Kika y Mara, con otra “filosofía”, y el cronista, con idea de enriquecer el reportaje. Sierra Nevada aparece fundida con la neblina, mientras seguimos, con rumbo este, por el borde de la cuerda. Llegamos, poco después, al Tajo Volaero (1906 mts), mirador sobre el Cerro del Fuerte y la senda que sube desde Sedella. “Nuestro” sendero gira al noroeste, para descender entre el laberinto rocoso hasta el Puerto del Lobo, cabecera del valle que forman el Barranco de los Presillejos y el Arroyo de La Solana del Espartal. Sobre las 16’20, comenzamos a bajar hacia El Salto del Caballo (1880 mts) entre arces “dormidos”, retorcidos pinos silvestres y sobre todo Tejos relictos, que sobreviven en los vasarilos y repisas de su fresca umbría. ¡Qué contraste! A diferencia de la mañana, ahora transitamos por un ¡hermoso! pinar, en vecindad con los arces, espinos y robles autóctonos. Sobre las 16’45, cruzamos una suave depresión pedregosa, que forma una praderilla seca, conocida como Collado de Rojas (1629 mts) y, sobre las 17’20, nos asomamos al mirador “natural” de los Picos de la Almijara (1408 mts), por encima del “estrecho” Contadero. Destacan el Pico Malas Camas (1792mts) y el Cerro Albucaz (1732 mts). Desembocamos ¡por fin! en una pista forestal que atraviesa el encinar autóctono, donde contactamos con Ana Volaora y sus amigos Marienne y Michel. Recorremos con ellos el pinar mixto de resineros, silvestres o cedros, pero donde destacan, por contraste, los Robles y Quejigos primigenios, mientras vamos acercándonos a la explanada del parking del Área Recreativa del Robledal. Cuando llegamos, sobre las 18’15, el “impaciente” grupo nos espera, junto a un microbús nuevo para “embarcar”, deseosos de cerrar la jornada como merece. En el complejo rural de La Alcaicería brindamos por el éxito de la travesía, y fijamos fecha para el segundo intento sobre el Pico Mágina de Jaén.