CRÓNICA DE PICO MÁGINA:18-05-2019
Continua nuestro idilio con Sierra Mágina gracias a Pilar y Ramón, que prepararon, para el séptimo ¡sello!, techo andaluz, la excursión más montañera de todas, con el ascenso al Pico Mágina y la coda de Peña Jaén.
Pero volvamos al principio. Carmen, de nuevo, organizó este encuentro entre el Club y La Asociación Deporte y Vida frente al Cáncer A.D. citándonos a las 7’30 en el Serrallo. Partimos hacia el Centro de Interpretación del Parque Natural de Sierra Mágina en Mata Bejid en tres vehículos. Miguel y Teresa, con Rufo, y Carmen toman la delantera, les sigue Cecilio y Mara con los que viajan, Kika, Patricia Sánchez y el cronista. Por otro lado, Pilar y Ramón, con Conchi, que recogen a Ana Volaora y Ana Quintana, optan por el acceso al Parque desde Huelma. Abandonamos la autovía de Jaén en la salida del restaurante El Oasis, donde tomamos la A.- 324, que en 15’5 kms, tras pasar la pintoresca Cambil, nos deja en el Centro de Interpretación. Allí, ya nos esperan los procedentes de Huelma, por lo que, sobre las 8’45, comenzamos la excursión los senderistas, que cruzamos el Área recreativa de El Peralejo. Mientras tanto, Cecilio y Mara, suben en el coche a la Cañada de Las Cruces, para realizar solamente el “paseo” de las cumbres” de Mágina. Obviamos, a la izquierda, el cruce al cortijo del Peralejo siguiendo el carril principal, que atraviesa un gran encinar autóctono, donde Rufo, el falderillo vivaz de Teresa, -¡un “Bichón Maltés” de apenas 4 kgms!- se muestra “curtido” en los ¡paseos de montaña!. Mediante un enlace con senda, desembocamos en el camino terrizo que sube a la Cañada de las Cruces, allí, a la izquierda, comienza el sendero, que salva la pendiente, culebreando por el pinar de carrascos. En una hora, llegamos al primer collado, conocido como mirador de La Tosquilla , con vistas a La Serrezuela y panorámicas de las Béticas jienenses, sobre el olivar infinito, limitadas al sureste, por Sierra Nevada. Reagrupados, retomamos la senda que culmina el pinar, que alcanza, tras 4’5 kms, sobre las 10’35, el carril que accede a La Cañada de las Cruces. Tan pronto como nos agrupamos, proseguimos, entrando, a continuación, en un “anfiteatro alpino”; la hoya, que conforman La Serrezuela, Peña Jaén, y La Loma de los Bolos, hacia el sureste. En 15 minutos, (10’50), localizamos el vehículo de Cecilio y Mara, junto al aprisco y refugio de la Cañada de Las Cruces, también con su pozo “del Buey”, que hoy brinda una sinfonía primaveral en su extensa pradera multicolor. Majuelos y rosales colorean con tonos blancos y rosados; los agracejos traen tonos amarillos, mientras que las violetas “de Cazorla”, pintan el mosaico de un violeta- fucsia, sobre el fondo verdoso de “gamones” y lastones. Sobresalen del matorral, los quejigos y arces dispersos, que nos “acompañan” en los márgenes del camino y los pinos “salgareños” naturalizados, que asoman por la Loma de Bolos. En este punto, Ana Volaora, para evitar un largo rodeo de la pista, inventa una trocha que la alcanza más arriba, junto al cartel del Parque que explica el modelado Kárstico de las cumbres calizas de Mágina. Poco después,(km,7), cruzado el Barranco del Buey, la pista deviene en empinada senda, que remonta El Barranco de las Covatillas, dirección este, donde los árboles de porte, dada la altura y condiciones (piso oromediterráneo), van siendo sustituidos por los ¡almohadillados! piornos (“amarillo”,”azul”, “de crucecitas”) y los grandes rodetes de enebros y sabinas rastreras. A las 11’30, llegamos al Collado del Puerto, llamado de “las Salegas” o “Alegas”, porque aquí se esparcía la sal que necesita ingerir el ganado ovino y caprino. El sendero gira 90º, tomando rumbo norte, y, poco más adelante, llega al cruce “oficial” del sendero. A la derecha, rumbo este, se inicia, junto a la cabecera de “nuestro” querido Río Gargantón, la vereda que accede, en 1’9 kms, al Refugio Miramundos (2077 mts). Pero Miguel y Ramón avanzan hacia el frente, destacándose, enseguida, del grupo, que conducen Ana y Carmen. Con todo, 12 minutos después, se detienen (11’40) junto a un abrigo- refugio de pastores (1800 mts) idóneo para ¡reponer fuerzas!, mientras disfrutamos con las vistas de la Umbría de Antón de León, reserva valiosa de los pinos salgareños autóctonos, en el valle del Río Gargantón. Sobre las 12’00, Miguel y Ramón retoman la vereda, que gana altura en cortos zig-zag por los pedregales calizos dominados por las sabinas y enebrizas, pero donde moran también algunos endemismos exclusivos, como la vicia glauca gienensis, o béticos, como la lithodora nítida (de vistosa flor azul marino) y la “tapizante” arenaria alfacarensis, entre otras. ¡De pronto! ¡ un ciclón sacude la marcha!, Carmen sale del grupo, alcanza y sobrepasa a Miguel y Ramón, ¡saludando con el retrovisor! Y, ¡como una centella! supera las últimas rampas, encaramándose a la base de la cima. Allí, encuentra a Mara y Cecilio, junto a un pozo de nieve restaurado, - en el centro de una gran dolina (un jou)-, que van recibiendo al “pelotón” desecho. Los historiadores locales, que han registrado hasta 40 pozos de nieve, aseguran que los Neveros de Mágina, aún suministraban nieve natural, para la elaboración de helados artesanos, a los comerciantes locales, hasta bien entrados los años 60 del s.XX. Kika y Ana Volaora, prefieren no “entretenerse” en el susodicho pozo, y, sin más preámbulo, arrancan hacia el pico, que se encuentra, tras subir a la cuerda, a tan solo 200 mts en dirección este. Hacen cima (2167 mts), sobre las 13’00, con el cronista, disfrutando, mientras esperan a los demás, de las panorámicas de 360º de esta atalaya “de frontera”. Destacan: la Loma de Úbeda -y Baeza- (norte), Cazorla (este), Sierra Arana y de Huétor, con Sierra Nevada sobresaliendo (sureste) y Sierra Sur de Jaén (oeste). Centrándonos en lo próximo, destacan en la alineación de ¡enfrente! el Pico Cárceles ( 2012 mts) y El Ponce (2005 mts). Si recorremos con la vista lo más inmediato, “completamos” “nuestra” cuerda localizando el Refugio Miramundos (2077 mts), por encima del Hoyo de la Encantada, y La Peña (2016 mts), ¡clásico “mulhacenero” remontando El Gargantón!. Llega el grupo, y, en consecuencia, se suceden “los posados”; por parejas: Carmen y Teresa o Cecilio y Mara, tríos: Miguel, Teresa y Rufo, ¡laureado como montañero experto! o del grupo al completo. ¡El séptimo techo!. Después, huimos del ¡azotado! vértice geodésico, y nos ¡trasladamos! ¡por deseo de Ramón! a almorzar a Peña Jaén, Piedra Jaén, o Cerro Mágina (2147 mts) por la “Autopista de las Dolinas” con “firme” de moderno lapiaz y ¡señalización creativa! de hitos de piedra. El pico, que luce cruz de hierro, instalada por el Club Montañero de Jaén, es un magnífico “balcón” que se asoma al Puerto de la Mata, y con vistas, hacia el oeste, del pico Almadén (2033 mts). Pero, Ramón, para que “su” Mágina quede entre las inolvidables, nos tiene “reservadas” “las terrazas” orientadas al sureste, donde, tras Bélmez de la Moraleda y la campiña olivarera se erige, mayestática, Sierra Nevada. Con la ¡épica “subida”!, oficiamos el almuerzo, compartiendo viandas diversas, …¡Hasta Rufo “se cobra” sus trofeos! Alargamos la “sobremesa” hasta las 14’25, y, seguidamente, iniciamos el descenso de dos modos diferentes. Ana, acompañada por Carmen, ejecuta la variante “sintética” y ¡radical! descendiendo, entre Peña Jaén y la Serrezuela, directamente a la Cañada de las Cruces. El resto, comandados por Pilar y Ramón ¡preferimos! desandar el itinerario conocido. En primer lugar, volvemos al cruce de la cuerda y bajamos al pozo de la nieve (15’15). Aquí, Teresa, Miguel y Rufo se adelantan, mientras que Mara y Cecilio optan por ¡acercarse al parking!, sin prisa. Proseguimos los demás agrupados, disfrutando, con la luz tenue de la tarde del paisaje indeleble, que guardará el recuerdo. Hoyamos El Collado del Puerto, sobre las 16’00 y la Cañada de las Cruces, donde sestean Ana y Carmen, sobre las 16’39. Sin esperar a Mara y Cecilio, nos dirigimos hasta el cruce con el sendero matutino. Son las 17’00, es decir, ¡ya han pasado 8 horas desde que comenzamos! y aún faltan 4’5 kms. La “tropa kamicazi” desciende en estampida, salvo Kika, a la que acompañan Carmen y el reportero. Terminamos de bajar el sendero y enlazamos con el carril, que entre ¡espectaculares! encinas nos conecta con el Área Recreativa del Peralejo y el Centro de Interpretación de Mata Bejid. A las 18’15, tras 9’15 horas, 23’4 kms y superado un desnivel “acumulado” de 1450 mts, finalizamos esta gran aventura. De allí, marchamos al “fronterizo” Cambil, que mantuvo dos castillos, Cambil y Alhabar, inexpugnables, ¡hasta ser arruinados por la artillería enemiga!. En La Alcaidia, celebramos el “tercer tiempo” brindando por el gran éxito de esta ¡paliza perfecta!, citándonos para la Cumbre Salvaje de Junio ¡en el techo peninsular!, ¡cómo no! Sierra Nevada