CUMBRE SALVAJE; 29/30-6-2019.
El sábado 29 y domingo 30 de junio de 2019, el Club Mulhacén celebró su XXI Cumbre Salvaje organizada con ¡profesionalidad master! por Jesús García. La cita, que clausura el calendario regular, siempre es distinta,
pero este año además es ¡muy especial¡ porque pone el “broche final” al ciclo de los “Ocho Techos de Andalucía”, - que ha organizado Carmen-, precisamente en la cumbre peninsular: El Mulhacén (3478’692 mts ¡exactamente! según informa Nono Benavides). Los mulhaceneros que han completado el ciclo: Kika, Pilar, Ramón, Mara, Conchi, Ana Quintana y Carmen, han trabado tal amistad con Teresa y Miguel, de la Asociación Vida y Deporte frente al Cáncer, que ya preparan nuevos retos conjuntos. Destacamos, asimismo, el bautismo montañero de Jesús Jr. y Guille, ¡admirables chiquillos! que tutelados por el ¡agüelico! Paco Luís, han “codirigido” la ruta B “oficial”, que parte de El Chorrillo (2721 mts). Los han acompañado, sus padres, Jesús y Emi, completando el elenco: Kika, Pilar, Ramón, Ana Quintana, Mariló y el cronista. Con todo, “la hazaña” la han protagonizado este año los pocos que se han atrevido con la genuina “Cumbre Salvaje” o ruta A: Ana “Volaora”, Juan Carlos, Carmen, Esperanza y Celia Hermoso capitaneados por el incorruptible y remozado Gerardo. Sin olvidar, por supuesto, a Teresa y Miguel, que prefirieron adelantar la hora de salida de las 5 a las ¡3 de la mañana! Recorrer la Vereda de la Estrella hasta Cueva Secreta y acompañar el Valdecasillas desde la Majada del Palo, hasta las Chorreras de la Mosca es ¡un privilegio! cuyo premio es el merecido descanso en la Hoya del Mulhacén (2928 mts), aliviados del lastre de las sobrecargadas mochilas. Bravo por “nuestros héroes”, ¡Cómo los envidio! Por último, para dibujar el cuadro completo, señalemos que, tanto Ariel y Conchi como, Felipe, Nono Benavides y Ana Hidalgo subieron a la cima desde la Laguna Hondera de Siete Lagunas, pero desde procedencias distintas. Las primeras, accedieron desde Puerto Molina (Capileira) (2400 mts) y los segundos ¡se acercaron! desde Trevélez remontando las Acequias Gorda y del Mingo, salvando, finalmente, las Chorreras Negras. La ¡Gran Fiesta! del encuentro en la Cumbre del Mulhacén se produjo de manera escalonada. Sobre las 2’35, Mariló y el cronista, tras “perimetrar” Loma del Tanto y Loma del Mulhacén, y ¡acostumbrados a mayor castigo! concluimos la “breve” ruta B. Y, sobre las 2’45 se presentaron los procedentes de la Laguna Hondera (2900 mts) de Siete Lagunas. Primero Nono, Felipe y Ana Hidalgo, y, en corto intervalo, Ariel y Conchi. A continuación, sobre las 3, irrumpió, por sorpresa, Ana “Volaora”, destacadísima con respecto a sus compañeros. Recibidos con vítores, coronan, poco después, los niños Jesús Jr. y Guille con Paco Luís y sus padres, siendo Kika la que cierra el grupo de la ruta B. Enseguida, sobre las 3’20, culminan el resto de los mulhaceneros de la ruta A, guiados por Gerardo. Por fin, sobre las 3’50, entran en escena Miguel y Teresa; a la que las amigas mulhaceneras, liberan de la pesada mochila. Comemos sin prisa, disfrutando de las extraordinarias panorámicas, destacando, sobre todo, picos señeros nevandenses, como el Veleta, Los Machos, Puntal y Laguna de la Caldera, Juego de Bolos, Alcazaba, “Costa” granadina y almeriense… Luego, “tomamos” el vértice geodésico, para el reportaje fotográfico “oficial”, pero sin alargar la cola de espera de la legión de visitantes; ¡y ya no suben bicis! Sobre las 17’00, emprendemos, ¡Todos juntos! el largo descenso por la cara oeste del pico, con la referencia de la Laguna de Majano (3000 mts) iniciando aquí la senda, que por la ribera izquierda del rio Mulhacén, “el triste”, ¡sin nieve y apenas caudal! finaliza en el Refugio Poqueira. Con todo, niños y mayores aprovecharon las someras y fresquísimas pocillas que aparecieron al término, para desprenderse del polvo y calor pasados. Llegamos al Refugio sobre las 7 de la tarde. La organización ha reservado al Club la habitación “Los Machos” en exclusiva, a cambio, ¡nos castiga! con el turno de las 9 para la cena. Duchas, y ¡muchas palomitas! con vistas al barranco que hermana los ríos Mulhacén, Seco y Veleta resuelven la espera. Luego la ¡generosa! manduca… ¡calla bocas y “revienta” estómagos! Acabados los postres, Carmen distingue, entre aplausos, a Teresa, entregándole un “vistoso” diploma y una tacita montañera, como premio a su tesón y voluntad inquebrantable, que improvisa unas palabras arrobada. Y prosiguen las sorpresas vespertinas, porque Carmen, a continuación, también entrega al resto de los participantes, - salvo a Mara, por ¡dolorosísima! ausencia- su correspondiente diploma y la tacita conmemorativa; un hermoso detalle. Pero la jornada no puede acabar sin el esperado colofón que ofrece Felipe, “el Druida del Poqueira”; su reconocido “Mojito Nevadensis”. La fiesta se prolonga, pero, cuando sobreviene “la madrugá”, Morfeo impone el silencio.
La segunda jornada empieza al alba, como exige la ley montañera, aunque nosotros no bajamos a desayunar hasta las 8’00. Calculamos, entonces, que Ariel, Conchi y Mariló, ya deben encontrarse cerca de la Hoya del León, en la senda que discurre entre las acequias Alta y Baja de Capileira. Aquí, mientras tanto, Kika se apresta a alcanzarlas, tomando el autobús en Puerto Molina. Sobre las 9’17, tras la foto oficial, abandonamos El Refugio, rumbo a Trevélez. Hasta el Chorrillo, incluyendo la parada “técnica” en la Hoya de la Iglesia, ¡los angelillos! Jesús Jr y Guille “castigan” a la dormida tropa. Ésta espabila, finalmente, tras la lección escolar de la “Presi”, cuando, sobre las 10’25, comenzamos el descenso al pueblo desde el “engañoso” Mirador de Trevélez. El panorama del valle del Río Trevélez, perfilando el horizonte la Loma de Piedra Ventana, con su cimera Peña de los Papos(2533 mts), permanece “fijo” durante las dos horas que empleamos en descender la senda (SL-A 61) que acompaña al Río Chico (Laguna de Peñón Negro) -margen derecho- en su precipitado fluir. Al término de la primera hora, por encima de los Tajos de Peña Colorada, en la Loma de los Peñoncillos, hoyamos la Era del arruinado Cortijo del Chorrillo (2240 mts), donde descansamos brevemente (11’30). Finalizando la segunda, cruzamos el dique monumental sobre el Río Chico, tras haber atravesado, más arriba, varias fincas ocultas entre las huertas en paratas que “nutren” las ancestrales acequias Alta y Baja (o del Cerezo). Entramos en el Barrio Alto de Trevélez, sobre las 12’30, donde, como es costumbre, nos aseamos en su fuente-lavadero. A continuación, callejeando, encontramos el restaurante “La Fragua”, el elegido para comer, donde ya nos esperan las procedentes de Capileira (Ariel, Conchi, Mariló y Kika) y La Presi. El almuerzo, transcurre plácido entre las 13’00 y 15’30. Brindando por la feliz consecución de la Cumbre Salvaje y agradeciendo a Jesús Garcia su buena organización, cerramos este nuevo capítulo partiendo a las 16’00 a Granada.