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Eran las ocho de la mañana y puntuales como relojes suizos, nos encontramos en la rotonda, sita enfrente de "Serrallo plaza", un grupo de dormidos mulhaceneros-as mirando al cielo porque era casi de noche y las nubes lo cubrían todo.
¡Cuánta gente esta mañana! Pero...!Sorpresa! no todos íbamos al Lucero. Un grupo de esquiadores iban a pasear por las nieves recién caídas en el Caballo.


_ !Qué bien lo vais a pasar! Y es que queríamos hacer doblete, hoy al Caballo y mañana al Lucero, pero como no nos fiamos del tiempo que va a hacer mañana, nos conformaremos hoy y aprovecharemos la nieve. Después de despedidas y buenas intenciones, dos coches nos dirigimos al área recreativa de la Resinera dónde nos esperaba nuestro guía, el "Pater".
La mañana era encantadora, la niebla lo cerraba todo, el bosque de cuento de hadas y empezaron las apuestas. "Hoy no veremos ni el Lucero ni las estrellas". Hombre de poca fé , ya verás cómo sí.
Tomamos la primera vereda que va aumentando su inclinación y el silencio de sus andarines y poco a poco se llega al cortafuegos. Allí empieza el viento. Gorros, guantes,bufandas, corta vientos... toda clase de capas de ropa de las mochilas van saliendo como si se tratara de la chistera de un mago." Parecía que no llevabas nada en esa mochililla y mira todo lo que ha salido".
Después de las explicaciones del Guía sobre los pinos resineros, sus utilidades y cómo se obtenía la resina , un pequeño descanso en el pino guía para reponer energías y tomar algunas viandas para emprender la segunda parte de la ascensión, amenizada por cómo se fabrican, chorizos, morcillas, pan de higo y jabón casero.
El viento cada vez era más fuerte según subíamos al collado.
_¿Seguro que se ve el mar? ¿Por dónde está?.
_Paciencia, que lo vas a ver si la niebla nos deja .
Un tenue rayo de sol aparece en la montaña lejana, pero el viento cada vez era más fuerte, parecíamos marionetas bailando e intentando mantenernos en pie.
_ !Sólo es en el collado, cuando pasemos de aquí todo pasará! Pero no fue así. Las ráfagas eran muy fuertes. Un grupo decidimos volver para refugiarnos en unas rocas mientras tres aguerridos machotes decidieron subir.
Llegaron un grupo de jóvenes que venían de Málaga con ropa casi primaveral y al llegar al collado... , media vuelta. Otro grupo de veteranos... , igual. Total el refugio de las rocas se convirtió en la cima del Lucero. !Otra vez será!.
Cuando el Pater volvió de la cima dijo: A subir a un pico que somos del club Mulhacén y aquí no hace tanto viento. Así que piedra tras piedra, porque no había otra cosa, subimos al Cerrillo de la Mota.
Todo despejado, con unas vistas al mar y a Sierra Nevada maravillosas. El Atlas de África se veía con gran nitidez como pocas veces. Ha merecido la pena subir aquí, aún con las protestas de Mara que no alcanzaba a subir con esas piedras tan grandes. Alguien sacó una hogaza de pan, un taco de jamón que con su navajilla comía poco a poco porque era tarde y el viento no le había dejado probar bocado. Le faltó el vino.
La vuelta fantástica, pero se oye un ¡Crash! Y no era el viento era un pantalón que se ha roto... , y empieza el cachondeo.
Un día para recordar con cariño por los momentos entrañables de compañerismo y las anécdotas acontecidas.
EL PATER Y SUS COMPAÑEROS DE FATIGAS Y SATISFACCIONES

Escrito por Mara (Nota del adminitrador de la página)

TIEMPOS PASADOS Senderismo

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