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 Después de varias dudas, si hacer esquí de travesía o subir a la parcela, viendo que la nieve se va por horas, me inclino por el esquí, puesto que las oportunidades se estaban agotando y la posible salida de esta temporada se escapaba.
Una llamada a Jesus, y en unas horas me expone las posibles opciones. Una es, que el club tiene previsto hacer una salida por la loma de Dilar, para esquí de iniciación, y la vimos una buena opción ( cuando leáis el texto entenderéis porque).



Comentaros, que mi experiencia en el esquí de travesía es muy poca. Varias salidas al Veleta. Una salida por temporada. El equipo un poco precario (solo para defenderse), pero poco, a poco tendremos que, adquirir experiencia y mejorar el equipo.

Quedamos en la rotonda del Serrallo a las 7.30 desde donde salimos en dos vehículos.
Una vez en la plaza de Prado Llano, preparo todos los útiles, con la ayuda de Jesus y en pocos minutos estamos pisando nieve, nos calzamos los esquís y para la Loma de Dilar. No pasa mucho tiempo cuando escucho la primera corrección de Jesus (esquí paralelos y no levantar los esquí) e intento corregir esos fallos. Por lo que me centro en mirar la punta de los esquís para controlar el tema. Mientras tanto el resto del grupo iba recogiendo monedas de la nieve cada pocos metros (se podría pensar que alguien las había colocado la noche anterior). Sobre 11 euros, en monedas de dos, uno y céntimos de euro. Lo mas sorprendente, encontrar el aro de una moneda de dos euros por un lado, y el centro por otro. Que Jesus se encargo de componer.

Continuamos subiendo por la pista y claro, las tendencias son fuertes y aunque lo intentaba los esquí se seguían levantando del suelo, lo que hizo que Paco Luis me dijera Ramón no levantes los esquí del suelo, desplázalos. Como era de esperar en ocasiones se volvían a levantar. Ya Paco, solo decía Ramooooonnn y era suficiente.

Llegamos a la loma de Dilar, quitamos pieles y nos preparamos para bajar al río, Oscar explica como bajar por la ladera. (Oscar explica y hace varias demostraciones de cómo se hace), pero mis oidos escuchan, mi cerebro interpreta y mis articulaciones hacen lo que le parece. Iremos aprendiendo.

En el río toca colocar pieles, para continuar hacia Peña Madura, pero mi falta de experiencia y mi equipo precario, me empiezan a pasar factura, las pieles están húmedas y no pegan bien (Jesus resuelve con cinta) y lo que es peor, ya empiezo a notar el calor de rozaduras en los pies. Pongo un parche y esparadrapo. Había que continuar. La cosa pintaba bien, y no podía retrasar al grupo.

Subiendo para Peña Madura, Oscar hacia huella, subiendo por la parte de la derecha algo mas empinada y darle emoción (sabia lo que se hacia. Para bajar, el valle quedaba virgen). Situados y preparados para descender, comienza la emoción. Según los expertos la nieve estaba bien. En las sucesivas paradas, para observar las huellas que dejamos, la sensación es impresionante. Cada uno localiza su huella y se nota la satisfacción en la cara. (evidentemente mi huella era inconfundible, de lado a lado). Para llegar de nuevo al río, hubo que afrontar un par de palas algo mas exigentes. Pero, atrevido u osado. Allí no me podía quedar, así que para abajo.

Toca comer, descansar y ya advertido secar esquí y pieles. Nos preparamos para subir para la Loma de Dilar. Como era evidente, la nota del día la tenia que dar yo y explico.
Para acercarnos, hacia un puente de nieve sobre el río Dilar. Antes había que cruzar un barranco. Unos lo cruzaron saltando por las piedras y otros un poco mas arriba sobre un túnel de nieve. Pasa Paco Luis y perfecto, pasa Jesus y bien, voy a pasar yo y de pronto tengo la nieve en las axilas, soportado por los esquís. Que los llevaba en la mano. Todo queda en una pequeña anécdota y como las cámaras estaban bien guardadas, no hay constancia.

En la subida a la loma de Dilar; consejos de Alicia, por querer dar la vuelta María con los alzas al máximo (Lógicamente quede esparramado en la pala. Pero se resolvió bien.
Tal era la obsesión de no levantar los esquís, que al fijar la mirada en la punta de estos, la postura no es la adecuada. Que con los consejos de Paco intentare corregir.

Experimentado lo anterior, nos queda disfrutar de la bajada hasta la estación, recoger los útiles. Parada en el Restaurante la Higuera , cerveza fresquita, buenas tapas y comentar la experiencia.
Nota. El 30% de la aportación a las cervezas fue de la persona que dejo las monedas en la nieve.

Agradecer la compañía y los consejos de Jesus, Paco Luis, Oscar, Alicia, Paco y Jesus. Ha sido un día estupendo que incluso con mi poca experiencia he aprendido y disfrutado un montón.

Ramón Gines

Fotos: JesúsWebMaster