El domingo 14 de mayo organizado por Kika, incluido en la sección de “A Pie por la Historia”, realizamos la ruta “de los Albergues” de Sierra Nevada, comenzando ésta por el pionero, el de San Francisco
(2100mts) ubicado en los Prados de la Mojonera (Güejar Sierra) “rebautizados” Campos de Otero, que construyera entre, 1913 y 1915, la Sociedad Sierra Nevada, con objeto de fomentar el turismo deportivo y científico en esta sierra, promovido por las autoridades, sociedad civil granadinas y apoyadas por los alcaldes de pueblos como Güejar Sierra y Monachil, interesados en el proyecto. Kika propone iniciar el recorrido en el paraje de Prado Redondo en la carretera vieja de la sierra que ... ¡ espera localizar!. Hacia allí nos dirigimos los doce mulhaceneros presentes: Kika, Ana Crespo, Ana Quintana, Marisa, Fernanda Hita, Enrique, Pilar y Ramón, Carmen, Mª Carmen y Amalia (nuevas) y el reportero, acomodados en tres vehículos por la A/395, comandados por Ana y Kika, hasta que, en el km 23 llegamos al Centro de visitantes del Dornajo. Continuamos por la carretera vieja (A/4025) ,pendientes de localizar el lugar de inicio, que aparece ¡evidente! , tres kms más adelante en una ampia curva a la derecha, donde aparcamos.
Sobre las 9’30 , a unos 1800 mts comenzamos el recorrido, en el paraje de Prado Redondo, junto a unos álamos, que ocultan las casillas de los Martinez. Transitamos por una cañada antigua, que poco después confluye con el sendero balizado PR- A. 19, (señal 5'3 kms) que sube al albergue de San Francisco desde el Centro del Dornajo. Este primer tramo llanea sombreado por el pinar de repoblación de pino silvestre, con vistas parciales de Güejar Sierra, Calar(1871mts), Collado de la Gitana... y una vegetación que en parte procede del bosque caducifolio, relíctico, semidesaparecido, como arces, majuelos, endrinos, escaramujos...aunque mezclados con sabinas y enebros, presentes en los barrancos más frescos que cruzamos. El primero, el de “los Tejos” se precipita desde el Collado de las Sabinas(2175mts), y, un poco más adelante, tras pasar una fuente para el ganado y el Cortijo de los Castaños (ruinas) cruzamos también el de “las Ánimas”. Mientras tanto Kika ameniza el paseo ¡”adoctrinándonos”! con las bondades de los cursos de control emocional, que “venden” crecimiento interior, pero priorizan el incremento de la produtividad.
La conversación se diluye, cuando Enrique, sobre las 10'45, anuncia que hemos llegado a la Peña del Perro, un espolón rocoso cuya “proa” avanza en el tramo final del Barranco de San Juan. Lo domina, en primer término, La Morra o Puntal de las Cazoletas (2206 mts) atravesada por la acequia de Haza Mesa. En la falda, El Cortijo del Hoyo, más abajo los cipreses de la Cantera de Serpentina (años 70). Hacia el norte, los prados de las Casas de la Hortichuela y las manchas del robledal- quejigal que suben desde la Vegueta del Caracol, en la Vereda del la Estrella. Si alzamos la vista, nos “topamos” con la Loma de la Cuna de los Cuartos (2080 mts) y girándonos hacia el oeste, Collado de la Gitana, Calar (1878 mts) y Güejar. Cierran el horizonte el Parque Natural de Huetor y Sierra Harana. Pero, ahora, regresamos hacia el valle del S. Juan, y remontamos el río hacia el sureste, distinguiéndose, ¡lejanas!, algunas “agujas” de los Peñones de San Francisco (2557 mts) por encima de la franja del pinar, por lo que, sobre las 10´50 volvemos al sendero. Traza éste una curva de 90º y después de cruzar el Barranco del Rinconcillo se adentra culebreando por el pinar.
En dura exigencia, vamos tomando altura, cuando, hacia las 11'37, atravesamos la pradera de El Rinconcillo, que “gobierna” Paco “Luna”, el cabrero, desde su choza. Trabamos conversación, para que nos venda un queso, pero, como el trato ¡casi hecho!, se malogra por melindres sanitarias, iracundo, nos expulsa del “feudo” entre insultos y maldiciones ( ¡ ir a tomar por ... que soy amigos de Susana Diaz!).
Sobre las 12'´00, después de sobrepasar dos grandes piedras que flanquean el camino, el pinar clarea y el sendero traza los últimos zig zags, para salir, en fuerte contraste, a una planicie abalconada sobre el barranco del río, rematada por los Peñones de San Francisco (2557 mts). Nos encontramos en los Prados de la Mojonera, donde se ubica, estratégicamente, el Albergue de San Francisco (2100 mts), constituyendo un espacio de belleza indeleble, pero condenado al trasiego de montañeros que buscan retos de mayor vuelo. Mientras comemos Kika, con apoyo bibliográfico de Manuel Titos, Pablo Bueno , Padre Ferrer y otros, nos informa que el albergue fue construido, modificando planos iniciales, entre 1913 y 1915 por la Sociedad Sierra Nevada, como parte de un proyecto de gestión de las actividades deportivas en la Sierra, por iniciativa del gobernador civil D. Benito Campos y Otero. Reconstruido parcialmente en los años 40, por los daños sufridos en la guerra civil, fue de nuevo “arreglado” en los 70 por Pablo Bueno, y, en los 80, con la morfología actual, por Enrique Perea y “Juanillo”, todos miembros de La Sociedad Sierra Nevada que lo sigue regentando.
A los postres, como ¡Hay ganas!, y son las 1 “reprogramamos” la visita para ampliarla hasta la cascada de Piedra Resbaladiza en el río S. Juan, tomando la senda que nace en estos prados. Aunque nos demoramos, ante la explosión primaveral de tirañas, verónicas, gencianas, campanillas y “primaveras” primulas que ofrecen los arroyos y borreguiles que la acompañan, sobre las 13´30, entre el fragor del agua, cruzamos el río por un puente precario y comenzamos a subir a la cascada por el margen izquierdo. Pronto alcanzamos la acequia de careo de Hoyo Puente, que nos aproxima la la lámina quebrada de Piedra Resbaladiza, embargándonos la emoción , conforme va definiéndose el marco de esta recóndita cascada, hermoso “altar” de oscura piedra, por el que el rió se precipita con ímpetu descomunal. ¡ Grandioso espectáculo!. El “subidón” nos “ empuja” hacia arriba, en consecuencia, dejado testimonio en los anales fotográficos, generosos y valientes, sobre las 13'54, abandonamos la cascada por el margen derecho, remontando el río rumbo a la Hoya de la Mora, divididos en dos grupos. El mayoritario sube con Enrique por la empinada y pedregosa ladera, mientras que Ana, “pensando” en Mª Carmen y Alicia, y Kika y yo, por disfrutar de un camino más grato, seguimos el río, disfrutando de sus espléndidos borreguiles, hasta que, tras dura subida final, confluimos, sobre las 15'00, en la senda bajo el Mojon del Trigo (2606 mts). Reponemos fuerzas liquidando las últimas viandas, dado que la visita ha derivado en excursión cabal, ¡menos mal que Ana Q. ha guardado fresas y Ana C. sorprende con el chocolate!. Proseguimos la marcha, y, cuando finaliza la senda, entre el Observatorio Astronómico (1965) del Mojón del Trigo y el Albergue Militar (2610 mts), - cedido al Opus en los 80 – a las 15'30 bajamos raudos hacia el Albergue Universitario (construido en 1930), para iniciar ya la tercera parte de la excursión. Este albergue no solo conserva su idiosincrasia, sino que además es referencia en su segmento, sorprendiendo por su calidad y confort. Hacia las 15'48 iniciamos el descesnso bajando a la carretera, que seguimos con desgana durante un kilométro largo, hasta que Enrique y Ana, sobre las 16´20, cogen la senda que, en ligero ascendo, dando las espalda al Veleta y valle del río Monachil, rodea la falda de los Peñones, y, enlazando con el Collado del Diablo vuelve a meternos el el valle del Genil. Situados sobre la via pecuaria que une los Prados de la Mojonera con el Collado de las Sabinas ( 2175 mts), sobre las 16´36, se organiza la bajada definitiva a Prado Redondo, que, satisfaciendo el gusto de Kika, la experiencia de Enrique y el criterio “topográfico” de Ana, va perimetrando la cuerda, tapizada con abundante “piornal” y donde los inevitables “mancaperros” van “masajeando” los tobillos. Sobre16´45, nos situamos por encima de las instalaciones militares del Collado de las Sabinas (2175 mts). Allí “inventariamos” el último albergue, en su día gestionando por “Educación y Descanso”, para seguidamente bajar al encuentro de la senda, patente en la falda de Cañadillas (2201 mts) y Monte ahí de Cara (2102 mts, pero, en este tramo, oculta bajo los desmontes de la carretera.Tras cruzar el Barranco del Tejo y situados finalmente sobre la “histórica” senda, comprobamos que está en perfecto estado, conservando incluso las señales de madera originales, sorprendiendo la “exhuberancia” y variedad vegetal fuera de lo común que presenta. Informan que es un paraje visitado antes y ahora por los los botánicos más reconocidos. Además realiza el descenso de modo tan eficaz y “fulgurante” que en un suspiro atraviesa el pinar, visita la fuente de Prado Redondo, (junto a un cortijo en ruinas) y finalmente, tras una curva, sale a un carril terrero que “da vistas” a la alameda de las casillas de los Martínez, donde nos esperan los vehículos. A las 17'45, habiendo recorrido 20 kms en unas 8 horas, ( 5'5 andando, aseguran los podómetros electrónicos) , superado un desnivel de unos 700 mts, damos por finalizada esta preciosa jornada tan especial de A Pié por la Historia, celebrándolo como es debido en el bar- hostal El Puente.