En primer lugar dar las gracias a los organizadores, por parte granaina a Patricia por el empeño puesto en la preparación de la excursión y por parte sevillana a Oscar y cónyuge Elena por buscar los itinerarios más adecuados para disfrute de críos y mayores.
La mañana del día 17 sábado se presentó agradable, quedamos a las 8 horas en la gasolinera de Maracena para ir juntos, ya que la mayoría no sabíamos cómo llegar. Nos juntamos Hita, Emilio, Patricia y sus dos vástagos (Martina y Manuel), Manu con su hija Claudia y Carlos con su hijo Carlitos (se llevó todos los golpes) y el que suscribe Carlos Aranda, esposa Pilar e hijo Jek.
Salimos dirección Sevilla, en Osuna nos salimos a la derecha buscando los pueblos de Lantejuela, Fuentes de Andalucía (aquí nos reunimos con Alfonso, Erika y su hija Alba y con las bicicletas que las transportaba en un remolque), la Campana, Lora del Río, Constantina y, por último, Cerro del Hierro, que es un poblado minero. Allí nos esperaba Oscar, Elena, sus hijos Javi y Alba y unos amigos de Oscar.
En Cerro del Hierro hicimos un recorrido a pie por las minas que han quedado con unas formas muy curiosas. Posteriormente almorzamos y nos enganchamos a las bicicletas.
La vía verde comienza o termina aquí, dependiendo de si la quieres hacer pendiente arriba o pendiente abajo. Nosotros la cogimos pendiente abajo. El recorrido, muy suave, atraviesa campos de cebada llenos de Jaramagos, Amapolas y zonas muy arboladas, va en parte siguiendo el curso del río Rivera del Huesna.
Casi al final del recorrido de esta tarde dejamos las bicicletas atadas con cadenas y candados (alguno imposible de abrir; era tan seguro que hubo que cortarlo con una segueta) y nos dimos un paseo viendo una zona de cascadas y pozas muy bonitas y sorprendentes porque no te las esperas.
En poco más llegamos al camping, mientras unos montamos tiendas, otros van a por los coches que están en el inicio de la vía y los niños juegan. El camping se llama Batán de las monjas, es un valle muy bonito junto al río Rivera del Huesna. Los más pequeños lo disfrutaron.
La cena estuvo muy bien: sopita, carne de caza con patatas y de postre una exquisita tarta de chocolate, después un rato de charla y para el saco. Algunos durmieron mirando las estrellas.
Toca levantarse, son más o menos las 9. Algunos niños ya están correteando o calentando piernas en sus bicicletas por la alameda. Los mayores bajamos al río cubierto de árboles y con una buena cantidad de agua muy tranquila ya que va de poza en poza.
El desayuno está servido, hay que rellenar los estómagos, primero los niños que están nerviosos y después los mayores que están más tranquilos y relajados. Hablando acordamos que unos llevaríamos los coches al final de la vía y después haríamos el trayecto en bicicleta vía arriba hasta encontrarnos con el resto que venían del camping.
Los niños se tomaron esta parte del trayecto como si fuera una etapa del Tour, achuchones, codazos, adelantamientos, cambios de trazada, sprint y todo esto mezclado dio como resultado varias montoneras. Menos mal que el recorrido era corto, sino acabamos en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Almorzamos al final de la vía verde en el área recreativa Isla Margarita, después de descansar un poquito, recogida de bártulos, bicicletas a los coches o al remolque, despedidas y besos, emprendimos el camino de vuelta, unos para Granada y otros para Sevilla, que el trayecto es largo.
Gracias a todos los asistentes por la agradable compañía y por el disfrute de este Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla, que es precioso y poco conocido para los granainos. ¡Ojalá se siga manteniendo así!