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DESCANSO ACTIVO


El fin de semana del descanso activo, es como lo llamó nuestro magnifico anfitrión Pedro. Nos cuidó y nos trató a cuerpo de rey durante todo el tiempo, con una magnifica organización, tanto por las rutas preparadas y los cambios demandados in situ, como por las reservas realizadas en los diferentes restaurantes durante todo el fin de semana.

Empezamos muy bien el viernes por la tarde tomando unas cervecitas en Andújar y yendo a cenar, a un buen restaurante donde no pudimos terminar la comida que nos pusieron. De allí nos llevamos pollo a la brasa que nos sobró y no sé porque pecado que quería espiar Migue, lo transportó al día siguiente durante 60 KMS hasta llegar a la Virgen de la Cabeza.

El primer día de bici nada más salir, Luis rompió la válvula de su rueda trasera y para no perder más tiempo, se bajaron él y Oscar los primeros 12 Kms hasta Andújar en la furgo, donde nos esperaba Pedro y su amigo Paco. De allí salimos pensando tod@s que la ruta tenía unos 50 Kms, pero al pasar varias horas y ver todavía donde se encontraba el cerro de la Virgen de la Cabeza, sitio al cual teníamos que ir a comer, nos dimos cuenta de que la ruta además de muy bonita iba a ser muy muy dura y así fue.

En la Virgen paramos a comer unos bocatas y unas cervezas milagrosas, como no podía ser de otra forma y fue allí donde Migue terminó su penitencia ofreciéndonos el pollo que había porteado toda la mañana. Nos juntamos con Carmen, Pilar y Ramón que iban por otro lado dando un paseo andando.

Pedro nos enseñó a Gerardo y a su novia, a la Vicepresidenta y consorte la Basílica, el camarín y la piedra donde en torno a 1200 aprox., un pastor de Colomera, Granaino (como no) vio a la Virgen que le dijo que construyera una iglesia en su honor, y para que lo creyeran, la Virgen le reconstruyó un brazo amputado que tenía el hombre, o eso dicen.

Salimos entre fotos y averías, pero por la hora que era a la mitad del descenso decidieron dividirnos inteligentemente, para poder organizarnos para volver, ya que Pedro y Oscar tenían que volver al pueblo a por la furgoneta y bajaban bastante, pero bastante más rápidos.

Después de casi 30 kilómetros más por fin, llegamos al hotel la Caracola donde nos pusimos al día con varias cervezas. Hotel precioso pero con poco mantenimiento, eso creo que pensamos algunos cuando nos tocó ducharnos con agua fría.

Nos fuimos a cenar a los Pinos, un fabuloso restaurante donde reservó Pedro y allí nos tomamos (creo que hablo por todos) la mejor carne de Gamo que he probado nunca.

El domingo salimos con una hora más de descanso gracias al cambio de hora. De nuevo la ruta fue preciosa y esta vez aunque dura fue más liviana con “sólo” 40 kilómetros, con una verea de bajada de 6 kilómetros que fue la que marcó la ruta, a partir de ahí empezamos a subir y subir entre vacas, vistas y pistas hasta el final.

La anécdota del día fue la pillada de un guarda de una finca privada, cuando saltábamos su valla y que con sorna nos dijo que esperásemos que ya nos abría la puerta.

Volvimos a comer a Andújar tras ducharnos en el hotel, en el restaurante el Choto, donde descubrimos que aun siendo un grupo que compartimos muchos hobbies en cuestión de comidas somos muuuu diferentes.

Nos despedimos de Pedro y mujer, no sin antes haberle agradecido este fantástico fin de semana que nos preparó.

Participantes: Alicia, Óscar, Esperanza, Migue, Amparo, Gerardo, Carmen, Luis, Carrasco, Pilar, Ramón, Paco Luis, M.Paz, Pepeluis y la compañía de los locales Pedro y Paco (amigo de la zona).

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