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CRONICA A PIE POR LA HISTORIA DIA 7-12-15. PARQUE PERIURBANO DE GRANADA. DEHESA DEL GENERALIFE

El día 7-12-15 quedó inaugurado el nuevo espacio de encuentro de nuestro club Mulhacén.

Fuimos 7 personas las que nos reunimos en un puente difícil para congregar gente, con la vida social tan ajetreada que solemos llevar.

Iniciamos nuestra andadura por el Camino de la Fuente del Avellano, entre los poemas que allí hay inscritos en piedra y las aventuras de niñez en el Colegio del Ave María que Cecilio nos contaba, mientras recogía almencinas. Así llegamos al Tajo del Pollero, referente “suicida” de nuestra ciudad.

Sin darnos cuenta arribamos a La fuente del Avellano que nos recibió con un hilillo de agua. Allí leímos el primer poema que nos había enviado nuestro “agregado cultural” Pablo.

El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos.
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.

¡Ay, amor
que se fue y no vino!

El río Guadalquivir
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada
uno llanto y otro sangre.

¡Ay, amor
que se fue por el aire!

Para los barcos de vela,
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.

¡Ay, amor
que se fue y no vino!

Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales.
Dauro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques,

¡Ay, amor
que se fue por el aire!

¡Quién dirá que el agua lleva
un fuego fatuo de gritos!

¡Ay, amor
que se fue y no vino!

Lleva azahar, lleva olivas,
Andalucía, a tus mares.

¡Ay, amor
que se fue por el aire!

 

Baladilla de los tres ríos. Federico García Lorca

Así entramos de lleno en la cultura e historia de Granada, Mara recitaba de memoria esos versos aprehendidos desde la infancia.

Volvimos sobre nuestros pasos para coger la primera vereda del camino, que nos elevó hasta la Acequia Real, por una umbría que no nos permitía quitarnos ninguna capa de abrigo a pesar de lo empinado del terreno. La vista del valle del Darro desde cada curva incitaba al descanso y a admirar nuestra ciudad y el valle aún frondoso lleno de árboles de hojas amarillas, que no se resisten a caer en este otoño que no quiere acabar.

Por fin llegamos a la Acequia de los 2/3, Ana nos explica la geología del terreno y la distribución de las aguas que riegan las almunias y huertas y como no la Alhambra y Generalife.
Luego dirigimos nuestros pasos hacia el Aljibe de la Lluvia, por la vereda que se dirige hacia Jesús del Valle y que discurre casi horizontal sobre el valle Valparaiso, permitiéndonos contemplar la Abadía de Sacromonte y todas las huertas a orillas del Darro.

En el Aljibe de la Lluvia, nos tomamos un piscolabis, mientras hablamos sobre las almunias y los trazados de las acequias en la época musulmana y romana. Seguimos por el camino que lleva a la Alberca Rota, que servía de depósito de las aguas recogidas por el aljibe y donde Ana nos explica la importancia que los fenómenos geológicos pueden tener en la historia, así una serie de terremotos que sufrió Granada en 1431, fueron los que rompieron eta alberca dejando sin agua a las almunias y huertas dependientes de ella, que se vieron abocadas al abandono. El miedo y los desastres que produjo el terremoto supuso la huida del Rey Juan II y que el Reino de Granada no fuera reconquistado hasta unos cuantos años más tarde.

Continuamos nuestro camino hacia la Silla del Moro entre los olores que desprenden las barbacoas repletas de carne. Pasamos de largo por la ladera de enfrente del Palacio de Dar al Arusa, y luego la Silla del Moro. Es tarde y continuamos nuestro itinerario en el cementerio, primero viendo el muro donde fueron asesinados a balazos casi 4000 personas entre 1936 a 1956. Luego hacemos un recorrido por los diferentes patios, observando las tumbas de personajes ilustres, Angel Ganivet, Melchor Almagro, o tumbas con leyendas como la de la Aurora de Granada, o la del Señor del Cementerio. Al final llegamos a la Alberca del Palacio de los Alixares, únicos restos que perviven de esta almunia, donde se respira un ambiente tranquilo.

ROMANCE DE ABENÁMAR y el rey don Juan

 

¡Abenámar, Abenámar,
moro de la morería,
el día que tú naciste
grandes señales había!
Estaba la mar en calma,
la luna estaba crecida;
moro que en tal signo nace
no debe decir mentira.
No te la diré, señor,
aunque me cueste la vida.
Yo te lo agradezco, Abenámar,
aquesta tu cortesía.
¿Qué castillos son aquéllos?
¡Altos son y relucían!
El Alhambra era, señor,
y la otra la mezquita,
los otros los Alixares,
labrados a maravilla.
El moro que los labraba
cien doblas ganaba al día,
y el día que no los labra,
otras tantas se perdía;
desque los tuvo labrados
el rey le quitó la vida
porque no labre otros tales
al rey del Andalucía.
El otro es Torres Bermejas,
castillos de gran valía.
Allí hablara el rey don Juan,
bien oiréis lo que decía:
—Si tú quisieras, Granada,
contigo me casaría;
daréte en arras y dote
a Córdoba y a Sevilla.
—Casada soy, rey don Juan,
casada soy, que no viuda;
el moro que a mi me tiene
muy grande bien me quería.

 

Anónimo

Sin embargo la cerveza nos llama, pasamos rápido por el llamado “lugar de la memoria” y una polémica escultura “La Piedad” allí erigida y terminamos nuestra primera ruta por la Historia. Bajamos por la cuesta del Realejo para encontrarnos con las ansiadas cervezas y tapas y seguir disfrutando.

Aquí tenéis enlaces por si queréis saber más :

http://legadonazari.blogspot.com.es/search/label/Parque%20Periurbano%20de%20La%20Alhambra%20y%20Generalife

http://legadonazari.blogspot.com.es/2014/05/palacio-de-los-alixares.html

http://www.emucesa.es/informacion-general/historia-de-nuestro-cementerio/

http://www.emucesa.es/media/filer_public/07/12/0712188c-55c1-4f59-8017-ad79db9ba1bc/aaff_guia_emucesa.pdf

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